ANATOMÍA DEL CICLISTA

 Lesiones y molestias frecuentes en ciclistas

Cualquier ciclista, especialmente el que realiza una actividad competitiva, sabe que hay un riesgo de lesión que es inherente al ejercicio, pero que también puede ser ocasionado por causas externas, como el trafico vehicular y el poco respeto al ciclista. Hay una gran cantidad de lesiones osteoarticulares producidas en los accidentes, pero lo mas riesgoso y que puede llevar a un desenlace fatal es el traumatismo en la cabeza.

Si te preguntan para responder en forma rápida ¿cuál es la parte del cuerpo dónde se producen más lesiones en el ciclismo?, usualmente responderás las piernas, la rodilla, o incluso las muñecas y los brazos; es razonable pensarlo, pero... ¡La respuesta es la cara! Investigaciones recientes indican que cerca del 20% de todas las lesiones de los ciclistas ocurren en la cara. Diferente del caso del fútbol, volleyball o corredores de distancia: en estos deportes las rodillas y tobillos son los sitios más frecuentemente lesionados.
El ciclismo difiere de otros deportes en que más del doble de las lesiones ocurren en las extremidades superiores, y aunque tal vez sean menos conocidas, pero no tan infrecuentes, tenemos las lesiones de los nervios periféricos ocasionadas por sobreuso y poca prevención. Como diría Lance Armstrong: “un gramo de prevención es tan valioso como un kilo de tratamiento”. Especialmente cuando el gramo se refiere al uso de guantes o a una bicicleta ajustada a los requerimientos de su conductor.
Así, una de las lesiones de extremidades superiores más comunes es la llamada Parálisis del ciclista”, también conocida como neuropatía cubital o neuropatía del manillar, que es la consecuencia de una inflamación del nervio cubital, que recorre el brazo, desde el codo hasta la mano, por el sector del dedo meñique. Este nervio proporciona la función motora y da también la sensibilidad a un sector de la mano.

¿Como puede dañarse este nervio en un ciclista?, puede inflamarse a nivel del codo o de la muñeca por absorción de la vibración y golpes transmitidos desde el manillar de la bicicleta al permanecer en una posición fija por largo tiempo. Como era de esperar, la frecuencia de esta parálisis se ha incrementado notablemente en la medida que ha aumentado y se ha hecho más popular el uso de la bicicleta, ya sea mountain bike o de ruta. Entre las causas se nombran los desplazamientos por terrenos irregulares y el desajuste de la bicicleta a la talla y anatomía de ciclista; así, esta parálisis ocurre con más frecuencia cuando el manillar esta mucho más bajo en relación al sillín, cuando el sillín está inclinado y lleva el peso hacia adelante, o si el marco es muy grande para el ciclista y se le dificulta alcanzar el manillar. El daño ocurre principalmente a nivel de la muñeca, en un sector anatómico llamado Canal de Guyon, donde se produce una neuropraxia o un daño focal del nervio, que causa la desmielinización (perdida de la cubierta protectora) que no permite la transmisión del impulso nervioso, llevando a producir los síntomas distales al daño.
Básicamente, los síntomas de este daño incluyen hormigueo, adormecimiento, o dolor en el brazo que puede llegar hasta el dedo meñique. Estos síntomas pueden ir progresando en intensidad y si no se toman en cuenta, pueden incrementar el intenso dolor, el adormecimiento y falta de fuerza de la mano, reflejado como la incapacidad para abrir los dedos.
¿Qué hacer en este caso?
Si piensas que estás desarrollando esta parálisis, es importante consultar a un médico, que con el antecedente del deporte que practicas examinara tu cuello, hombro (para descartar otros problemas), y medirá la fuerza del puño (fuerza que disminuye al progresar el daño). Tu médico puede completar el estudio con un examen de conducción nerviosa o electro miograma, para determinar el sitio del daño y la gravedad de este.
La mala noticia para los ciclistas adictos, es que si sufren de esta parálisis, lo mejor es el descanso y no hacer bicicleta hasta que los síntomas desaparezcan, pero esto puede ser impracticable para los profesionales, quienes deberían seguir en su práctica usando una férula de reposo (muñequera).
La buena noticia es que este tipo de daño nervioso es auto limitado, el nervio se regenera por sí mismo y se recupera la función muscular. Si se realiza el tratamiento adecuado, la inflamación y dolor desaparecerán dentro de 2 a 4 semanas.
Además del reposo, se utiliza para el tratamiento drogas antiinflamatorias por un periodo de tiempo. Algunos médicos usan vitaminas del complejo B para ayudar a disminuir la inflamación. La cirugía es también una posibilidad para reposicionar el nervio y aliviar la presión (en raros casos).
Hay estudios donde se ha observado que este problema no está relacionado con el nivel de experiencia ni con el tipo de bicicleta. Y según estos investigadores la mejor manera de manejar la parálisis del ciclista es la prevención.
Consejos para evitar sobrecargar las manos y las muñecas en la bicicleta.
. Usar guantes y manillar acolchado, para minimizar la vibración.
. Evitar la presión directa sobre el área del Canal de Guyón (nervio cubital), evitando apoyar la muñeca sobre ese lado en el manillar.
. Evitar tener las muñecas en extensión por largo tiempo.
. Estar seguro de tener el sillín a una altura y posición adecuados, para minimizar el apoyo del peso en las muñecas.
. Hacer una buena elección del manillar, ya que el tipo incorrecto afectará la presión ejercida en las muñecas.
. Más específicamente para mountain bike, es importante una buena amortiguación delantera de la bicicleta, para absorber las vibraciones e impactos de un terreno irregular.
. Si se hacen muchas horas de ciclismo, es importante cambiar frecuentemente las manos de posición.
. Para la prevención de esta parálisis, se recomienda además realizar ejercicios para aumentar la fuerza de antebrazos y mejorar la flexibilidad de la articulación de la muñeca.

Daño del Nervio Pudendo.
Este nervio pasa en su recorrido a nivel de la pelvis, por la región perianal y genital. Es frecuentemente comprimido contra el sillín, especialmente cuando hay muchas horas de pedaleo. Esta condición ha sido llamada la “neuropatía del sillín de la bicicleta”.
Los síntomas en las mujeres consisten en adormecimiento en la región perineal y los hombres pueden sentir adormecimiento y “hormigueo” en la región del pene, y en casos severos pueden llegar a tener impotencia.
En un estudio donde se entrevistó a los participantes del tour anual de Noruega (carrera de 540 Km.), de los 160 hombres que respondieron el cuestionario (para evaluar la frecuencia y duración de síntomas que sugirieran compresión de nervio periférico), 35 personas (22%) reportaron síntomas relacionados con la zona de inervación del nervio pudendo. 33 tuvieron adormecimiento y hormigueo de la región peneana después del tour. En 10 casos, esta molestia duró más de una semana, y se reportó impotencia en 21 casos(13%), que estuvo presente más de una semana en 11 casos, y más de un mes en tres corredores.
Una vez más, lo más importante es la prevención:
. Cambiar de posición y levantarse del sillín cada cierto rato para descomprimir esa zona.
.Usar ropa adecuada, como pantalón acolchado.
.asegurarse de una buena posición del sillín, con la punta no muy alta y ojalá bien acolchado. Ahora los sillines tienen diseño específico para hombres y mujeres, con la forma anatómica para cada uno.
El tratamiento consiste en reposo de entrenamiento y realizar otra actividad que no implique estar sentado, medicación antiinflamatoria según el caso. Es importante revisar que la bicicleta y/o el sillín sean los adecuados. No se debería volver a la bicicleta hasta que los síntomas cedan completamente.

Adormecimiento del pie
La sensación de adormecimiento de los pies mientras se pedalea es transitorio y no lleva a una lesión permanente, aunque puede ser una molestia incomoda. La causa más común son las zapatillas muy pequeñas, muy ajustadas o con un mal soporte en el arco. La mejor prevención es usar el zapato adecuado. La causa nuevamente está dada por compresión nerviosa, en este caso el nervio tibial.
fuente: http://www.pedalea.cl/(Por Miriam Luz González, médico reumatóloga)